Deportes

Un salvavidas contra las goteras

Peñarol-Hispano siguen este sábado a las 11.

Por Marcelo Solari

El fantasma de la pérdida del partido por causas extradeportivas flotó ominosamente anoche en el Polideportivo Panamericano “Islas Malvinas”. Ese mismo estadio por cuyo techo se filtraron anoche decenas de goteras, una de las cuales resultó un escollo insalvable para la continuidad del partido que Peñarol perdía ante Hispano Americano de Río Gallegos, por 29-9, a 8m45s para el cierre del segundo cuarto.

A esa altura del partido, ampliamente dominado por los patagónicos, el alero Patricio Tabarez se resbaló, cayó mal y se golpeó. Enseguida se detuvieron las acciones y la terna abitral integrada por Fernando Sampietro, Daniel Rodrigo y Pedro Hoyo, luego de varias consultas con el comisionado técnico Juan Montepietra y los entrenadores y jugadores de ambos equipos, decidieron esperar un tiempo prudencial (en definitiva fueron unos 20 minutos) para esperar si cesaba la lluvia y se solucionaba el inconveniente.

Nada de eso sucedió. Y entonces comunicaron la suspensión -en principio- y la continuidad -más tarde- para las 11 de hoy, en el mismo escenario.

Claro, el partido seguirá siempre y cuando no llueva, porque de lo contrario, no podrá continuar, y el “milrayitas” podría perder el partido.

Mal desde el juego

Hasta el momento de la suspensión, Peñarol estaba padeciendo el partido. El cuarto de apertura resultó una pesadilla Nunca pudo hacer pie en defensa y ese fastidio se trasladó a su producción ofensiva. El local hizo casi todo mal adelante. Apenas convirtió 9 puntos en el primer segmento, con un paupérrimo 1/13 en tiros de cancha (7%).

Hispano hizo bien sus deberes. Mostró otra cara desde la actitud. Estuvo más prendido de entrada, defendió con intensidad y tuvo mucha mejor eficacia, con una correcta elección de sus lanzamientos.

Y si bien Peñarol no pudo tener a Lucas Arn (se lesionó la planta del pie en el partido anterior), Hispano tampoco sintió la rápida salida de Carlos Buemo (acumuló tres faltas personales en pocos minutos), quien había convertido los primeros cinco puntos de su equipo.

El juego del local estuvo trabado, como desconectado, no fluía como en otras oportunidades, y el visitante -aunque todavía faltaba mucho- acumuló una ventaja importante. Hasta que la sangre llegó al río. O por mejor decir, el agua llegó a la cancha. Y lo que podía haber sido certificado de derrota, podría decirse que lo terminó ayudando a Peñarol. Si bien hoy tendrá que demostrar que puede ser capaz de capitalizar esta segunda oportunidad.



Que no vuelva a pasar

Si lo que se pretende “vender” es una imagen de Mar del Plata de todo el año, sede de los mejores eventos deportivos y culturales a nivel nacional e internacional, lo que sucedió anoche no se puede repetir. Lamentablemente, se vio por televisión en todo el país. Y, por cuestiones reglamentarias, Peñarol bien pudo haber perdido el partido y la serie, lo que hubiera sido mucho más grave aún. No es nuevo que el techo del Polideportivo requiere reparaciones. Y está claro que esto no puede (no debe) repetirse.

Se entiende el malestar de la dirigencia de Peñarol, la impotencia de plantel y cuerpo técnico y la bronca de los hinchas, quienes cantaron en contra del gobierno municipal.

Cerca de la medianoche, el titular del Emder, Carlos López Silva, le dijo a LA CAPITAL: “Mañana -por hoy- se juega sí o sí. Si continúa lloviendo, se arreglará desde adentro y se buscará la forma. Los empleados del Polideportivo todo el tiempo hacen trabajos en el techo. Durante el año pusieron 60 litros de membrana líquida y tienen 4 rollos de membrana para seguir trabajando. La dirección de Infraestructura está ocupándose para que esto no vuelva a pasar”.

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